El gigante asiático aprovecha los precios bajos para aumentar su reserva estratégica del hidrocarburo
La nueva noticia relacionada con la crisis mundial en el sector energético es que China, el país que más energía consume en el mundo, está acumulando petróleo en medio de la pandemia de Coronavirus.
Las importaciones subieron un 4.5 por ciento en marzo con respecto a el mismo mes de 2019. En un escenario con una economía detenida por la pandemia y una demanda a la baja, paradójicamente las importaciones del primer trimestre aumentaron 5 por ciento.
En los países productores, la caída de precios está causando estragos, pero el gigante asiático lo utiliza para aumentar su reserva estratégica; en marzo, enviaron 84 buques cisterna a Arabia Saudita, capaces de transportar 2 millones de barriles de crudo cada uno.
El Ministerio de Energía chino informó en septiembre que tenía reservas para 80 días de consumo. Oficialmente, se admiten 385 millones de barriles de reserva, el objetivo sería llegar a 500 millones de barriles, quizá más.
Sin embargo, China se está quedando sin espacio para almacenamiento, habían cubierto 85 por ciento en febrero, y en marzo continuaron acumulando. El espacio que quede puede ser llenado por petróleo que China compró antes de la caída de los precios.
Estos movimientos son medidas arriesgadas, puesto que la economía, según los expertos, se prevé que tenga un crecimiento nulo este año. El del 2019 había sido del 6.1 por ciento, ya de por sí el más bajo en décadas.
Finalmente, en lo que toca al petróleo, China importa aproximadamente la mitad del petróleo que consume, sin embargo, si en estos momentos comprar el energético le resulta más barato que producirlo, evidentemente es una oportunidad inmejorable para conseguir un ahorro a mediano plazo.
Por otro lado, el Partido Comunista quiere reducir la dependencia encargada de la producción petrolera local, puesto que la considera un riesgo de seguridad. Por ello el país está invirtiendo en energía hidroeléctrica, eólica y solar.