La crisis es inminente, algunos analistas señalan que la economía mundial se inclina hacia una depresión
Este 2020 viviremos la peor recesión económica en 90 años, lo anterior fue confirmado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe mas reciente, en el que se estima una contracción del 3% en la economía global, y una caída del 11% en el volumen de comercio de bienes y servicios.
Para 2021 se espera una recuperación económica del 5,8%, pero será menor a los niveles anteriores al brote. El FMI aconseja que gobiernos y autoridades de salud deben trabajar juntos para evitar una situación peor, durante las dos fases de la crisis: contención y estabilización, y después en la recuperación.
Se habla de un declive en el PIB de Estados Unidos de hasta 5,9%, el peor desde 1946, estamos frente a un colapso en la mayor economía del planeta, con consecuencias para el resto del mundo sobre todo para aquellos más relacionados con esta nación, entre ellos México.
El FMI prevé un crecimiento de 1,2%,para la economía china, en contraste con la expansión de 2019 que fue del 6,1%. También se prevé una contracción del 5,3% para Japón, la tercera mayor economía del mundo y del 7% para Alemania. Pero el peor panorama en Europa se espera para Italia, con una caída de 9,1% y de 8,0% para España.
Sobre Latinoamérica, el FMI pronostica una contracción del 5,2% este 2020. Se espera que la mayor economía de esa región, Brasil, se contraiga un 5,3%, pero para México se prevé una contracción mayor, del 6,6%.
Esta crisis es inédita, por las pérdidas derivadas de la emergencia sanitaria, por la incertidumbre sobre la duración y la intensidad. En circunstancias normales, las autoridades tratan de alentar la actividad económica. Esta vez, la crisis es consecuencia de medidas de contención. Esto complica estimular la actividad.
Aunque la fuerte crisis es inminente, algunos analistas señalan algo peor, ellos dicen que la economía mundial se inclina hacia una depresión.
¿Qué es una recesión y qué una depresión?
La diferencia entre recesión y depresión radica en el tiempo de duración de la crisis. Una depresión es una recesión de larga duración, que provoca efectos devastadores para la economía o las economías que la padecen. Una recesión puede durar meses, incluso hasta 2 o 3 años, con altibajos en los índices de crecimiento, es decir, el PIB puede subir o bajar aunque generalmente se mantiene en zona negativa.
Una depresión dura más de dos años, y los índices de crecimiento bajan constantemente, no existen periodos certeros, pero es más o menos lo que la historia ha demostrado.
La humanidad solamente ha vivido una Gran Depresión, la que inició en 1929 y duró casi una década. Sin embargo, varias economías regionales y países sí han vivido depresiones: África en los años 80 y 90; parte de Latinoamérica en los 80 y actualmente Venezuela.
¿Cuándo se está en recesión y cuándo en depresión?
No existen cifras que lo especifiquen. Se habla de que una depresión económica se presenta cuando el PIB cae 10 por ciento o más. Bajo este argumento, el mundo no entraría en depresión este año, al menos no Estados Unidos, pero la situación en Europa y gran parte de las economías asiáticas es impredecible.
En la Gran Depresión de 1929 las cifras fueron terribles y mostraron lo devastador que es este fenómeno; de acuerdo con las cifras del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, en ese periodo el comercio internacional descendió a una tasa media de 60 por ciento.
El desempleo en Estados Unidos aumentó a 25 por ciento y en algunos países alcanzó el 35 por ciento, debido a que las ciudades que dependían de la industria pesada y la industria de la construcción prácticamente se detuvieron. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída de precios de las cosechas. Ante la caída de la demanda, las zonas dependientes de las industrias del sector primario fueron las más perjudicadas.
Para 1932 en Estados Unidos el PIB había disminuido 27 por ciento y la producción industrial 50 por ciento. La inversión ni siquiera alcanzaba para el mantenimiento de las instalaciones. Bajo estas presiones, el sistema bancario acabó por derrumbarse. La recuperación inició hasta 1940, y eso porque Estados Unidos entró a la guerra.
Por lo vivido anteriormente, el escenario sería terrible para la mayor parte de los países en el mundo, los analistas que especulan sobre el riesgo, parecen aventurados, sin embargo, en estos momentos nada es improbable.
Para salir adelante se requieren medidas fiscales, monetarias y financieras que permitan mantener los vínculos económicos entre trabajadores y empresas, y también entre acreedores y deudores. La clave será la cooperación multilateral.
Ahora mismo es imperante hacer un esfuerzo global para asegurar acceso inmediato a terapias y vacunas a países pobres y ricos, pero igualmente se necesitará de una cooperación multilateral para brindar asistencia financiera a muchos países emergentes y naciones en desarrollo.
Finalmente será importante evitar imponer restricciones al movimiento de personas para trabajar, viajar, o alterar la cadena de suministro global, lo cual se inclinaría a revertir la globalización. De ser así no se materializaría una recuperación fuerte, muy esperada por todos.
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