La IA ha generado preocupación por la posible sustitución de humanos en diversas industrias, sin embargo, tiene el potencial de transformar positivamente sectores como el coaching.
En los últimos años, se ha hablado mucho sobre la inteligencia artificial (IA) y su impacto en diversas industrias; ante esto, existe preocupación sobre la posibilidad de que los trabajadores humanos sean reemplazados por la IA.
Lo cierto es que la IA tiene el potencial de transformar muchas industrias, incluido el coaching.
En el ámbito de la ciencia, tecnología y salud, la robótica ha avanzado rápidamente, con robots realizando procedimientos quirúrgicos. En el entorno empresarial, herramientas como ChatGPT y Bard son cada vez más útiles en la coordinación y colaboración para obtener resultados efectivos.
Los miedos
En el ámbito del coaching, se plantea un debate sobre si la IA será una aliada o una amenaza, y cuál será su impacto. Las dudas se centran en si los coaches serán reemplazados por la IA y si los clientes recurrirán a dispositivos para obtener asesoramiento de “coaching artificial”.
Algunos ven a la IA como un aliado que puede analizar datos y proporcionar información sobre las conductas y prioridades de los clientes.
En este contexto, la IA se percibe como una herramienta que puede potenciar la disciplina del coaching, al igual que lo hace en otras profesiones, y se espera que colabore y apoye en lugar de reemplazar por completo a los profesionales del coaching.
La labor del coaching
El coaching es una disciplina que acompaña a las personas o grupos de personas a encontrar su mejor versión. Se trabaja con dos tipos de resultados: el resultado de efectividad y el resultado de integridad.
Para el resultado de efectividad el objetivo principal está puesto en la tarea, en lo que se quiere lograr, ese resultado que no solamente depende de la responsabilidad del coachee o cliente, sino que está condicionado a su entorno.
Y en segundo lugar, el resultado de integridad, donde el coachee o cliente como objetivo se lleve una herramienta y un aprendizaje que pueda utilizar o aplicar a su crecimiento o florecimiento personal, que esté alineado con sus valores individuales y los valores que desea expresar.
La premisa fundamental en este proceso es tomar consciencia, darse cuenta de “quién soy”, “qué estoy haciendo”, “para qué hago lo que hago”.
Emoción, cuerpo y lenguaje son los tres dominios que se utilizan en el coaching ontológico para acompañar a los clientes en ese proceso de toma de consciencia. El hablar, comunicar, estar presente, escuchar, indagar, son algunas de las distinciones que se utilizan para referirse a las competencias que hacen al ser coach.
En las distinciones que se mencionan se advierten el lenguaje y la corporalidad. El tercer dominio es el de las emociones, acompañar al coachee o cliente siempre con empatía y amor para que acepte, reconozca e indague sus propias emociones.
Los chatbots tienen la capacidad de mantener conversaciones coherentes y crear contexto y contenido, lo que lleva a algunos usuarios a sentir que pueden generar un contacto significativo.
Sin embargo, el papel del profesional del coaching es único, ya que la inteligencia artificial no puede reemplazar la interacción humana necesaria para un proceso de coaching.
Aunque la IA puede proporcionar herramientas para la reflexión, la profesión del coaching se basa en la creatividad, el conocimiento, la sabiduría y la empatía de los coaches, quienes generan una conexión significativa con sus coachees o clientes en un entorno de confidencialidad y respeto.
Las capacidades humanas, como las emociones, la visión, la creatividad y la inteligencia colectiva, no pueden ser reemplazadas por la inteligencia artificial. La conexión personal y la interacción uno a uno en una conversación son aspectos irreemplazables de la profesión del coaching.
Coaching e IA trabajando juntos
La inteligencia artificial puede ayudar a los coaches a brindar un acompañamiento más personalizado y eficiente a sus clientes.
Los algoritmos de IA pueden analizar datos como correos electrónicos, actividad en redes sociales y otros comportamientos en línea para obtener información sobre las personalidades, preferencias y estilos de comunicación de los clientes, lo que permite a los coaches adaptar su enfoque para satisfacer mejor las necesidades de sus clientes.
La IA también puede identificar áreas de mejora para los clientes al analizar métricas de desempeño laboral y autoevaluaciones, y ayudar a crear planes personalizados para mejorar.
Además, la IA puede ayudar a los coaches a ser más eficientes al automatizar tareas como programar citas y enviar recordatorios, lo que les permite concentrarse más en ayudar a sus clientes.
Al trabajar juntos, el coaching y la IA pueden ayudar a las personas y las organizaciones a alcanzar sus objetivos y mejorar el desempeño.
AIMY, primer coach profesional basado en IA
CoachHub presentó AIMY™, una coach profesional conversacional y personalizada basada en IA, que utiliza la última versión de ChatGPT de OpenAI para entablar conversaciones dinámicas y personalizadas con los usuarios.
La empresa reconoce que la IA puede apoyar el desarrollo profesional, pero también acepta que el coaching de calidad es fundamentalmente humano y requiere empatía y responsabilidad.
La coach virtual está disponible en siete idiomas e integra tecnologías como reconocimiento de voz, generadores de contexto dinámico y IA de Large Language Modeling.
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